Y lo sé porque soy una envidiosa. Y lo confieso. Os cuento, mi hermana vive en Italia y porque yo la embarqué en un proyecto del que os tengo que hablar, se apuntó a clases de patch. ¡Y le gustó! Así que cuando Francesca Ogliary organizó allí un curso para hacer un bolso, no lo dudó un momento. Lo hizo y nos mandó fotos...
Y el resto de mis hermanas y mi madre (que la metemos en todo); pensamos ¿por qué no? El patrón es el de su libro El canto del Mar, (muy recomendable). El viernes nos fuimos a Ikea a comprar las lonetas y telas para el interior; allí hay para todos los gustos.
Siempre el mismo patrón, pero las telas le dan un aire completamente diferente. Una tarde de costura, risas, estress. Exhaustas, alguna con jaqueca, nos fuimos a casa cada una con un bolso debajo del brazo.
La semana que viene, lo intentaremos con la flor. Y es que la envidia es muy mala ;)